quarta-feira, novembro 11, 2009

Àgora 2008 - Aos olhos de uma profissional

No ano de 2008 os Sem Origem participaram e representaram a cultura portuguesa no "Àgora - El debate peninsular" e o trabalho que se segue foi criado por uma jornalista destacada para acompanhar e escrever um livro sobre o evento.


Os Sem Origem não foram esquecidos e aqui segue o trabalho da jornalista e a avaliação que ela fez do espectáculo e da banda. NÃO DEIXEM DE LER...





Ágora Escena
LA CULTURA PORTUGUESA ENVUELVE LA CIUDAD


SEM ORIGEM



Son de aquí al lado. De al lado de donde yo vivo, de Elvas. Muchos de sus
miembros habían estado antes en Mérida: para asistir al concierto de Bunbury,
por ejemplo. Ahora les toca a ellos. Concierto en el Jazz Bar. Generalmente,
el Jazz Bar programa esa música: jazz. Pero participa con Ágora Escena y por
sus muros permanecen el fado, por ejemplo, o el rock. Como ahora. Son cua-tro.
Encorbatados, elegantes. A su modo. No hay una madre que les riña para
que se metan la camisa por la cintura de los vaqueros.


Los conciertos en un bar tienen algo más. Algo que no da un escena rio, algo
que no ofrecerá jamás una plaza de toros: la posibilidad de ver cómo se colo-can
en el espacio que tienen reservado, poder pedir una copa, acudir con ami-gos,
escuchar cierto murmullo que se vuelve más intenso en los descansos y
que nunca es tan alto como las conversaciones que se mantendrán después.

Como todos los grupos, Sem Origem, que tiene un blog que se actualiza
muchísimo y muy cuidado, ha sufrido mil variaciones. Llevan catorce años
creyendo en la música que hacen y en el hecho –me lo cuenta Roberto Cabral–
de llevar el nombre de Elvas allá donde vayan. Kiko, Kikas, Dinis y Luís
Penetra son sus nombres de guerra. Kikas es Roberto. Alternan las canciones
más lentas con las guitarras poderosas. Cantan, por s upuesto, en portugués: de
nuevo la barrera del idioma. Ya no para mí después de casi una semana de
Ágora Escena, aunque entienda, como siempre, el 20 o el 30 por ciento nada
más. Me refiero al mercado. A ese mercado internacional que marca que hay
que cantar en inglés o haber nacido en ciertos países anglosajones para poder
triunfar en cualquier país del mundo, incluso en los que no hablan inglés ni
lo hablarán jamás. Se me ocurre que cantar en el propio idioma es, a menudo,
también una forma de resistencia. Y de coherencia.

Pensábamos que iba a ser acústico. Los conciertos de rock en acústico, eso
que inventó la MTV con sus desenchufados, suelen ser más digeribles. No sé
por qué se ha banalizado la música. O quizá es que a la gente no le gusta la
violencia que transmiten esas guitarras poderosas. Algunos lo llaman ruido.
Pero no es acústico. No hay guitarras acústicas. Sólo rock. Sus componentes
tienen otros proyectos: juntos o por separado. Con uno de ellos, Soversion, to-caron
en la Sala Mercantil de Badajoz hace bien poco.

Nervios, sudor, un cantante con voz dulce –con una voz mucho más dulce
de lo que cabría esperar–: le da un puntito a las canciones (¿de dónde vendrá
esa expresión?). Le da un puntito suave que luego, comprobamos, se puede
transformar en poderoso, cuando cambien el tempo de los temas: más lento,
más rápido, el in crescendo frenético, los solos de guitarra, el ritmo de la ba-tería,
los instrumentos clásicos de una banda de rock. A mí el rock me gusta,
me ha gustado siempre: es como una catarsis. Y no hay mejor catarsis que un
concierto de rock en un bar, con amigos. La pena es que dura poco: poco
antes de las doce, ya están recogiendo. Eso ocurre también en los bares: hay
que respetar el descanso de los vecinos. Al fin y al cabo, sólo es jueves. Que-dan
todavía cuatro días de Ágora Escena por delante…



Muchas Gracias!!! Obrigado!!!!

1 comentário:

Elvascidade disse...

Parabéns. Continuem a acreditar no vosso valor... será recompensado.